El Real Madrid ha doblegado al Unión de Berlín. Lo ha hecho cuando los germanos ya contaban con llevarse un punto a su pais merced a un gol de Jude Bellingham, que ha tenido un inicio de temporada muy dulce con su nuevo equipo. Protagonista de un comienzo inmaculado en Liga con cinco victorias en los cinco primeros encuentros de competición doméstica, el cuadro de Carlo Ancelotti tenía hoy el complicado reto de su recibir en su estadio al Unión Berlín con motivo de la primera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones.
Pese a que se trata de un equipo tremendamente competitivo, la escuadra alemana baja un tanto el nivel cuando sale de su estadio. Esta situación, unida a su debut en la máxima competición continental, daba una notable ventaja a los blancos. Y es que hoy se veían las caras el equipo con más historia de la Champions con uno de los noveles.
Una primera parte para el olvido
Con un ojo puesto también en no quemar a todos sus efectivos, y el partido ante el Atlético de Madrid del próximo domingo en el horizonte, Carlo Ancelotti decidió apostar por algunos cambios en el once, incluyendo a distintos futbolistas que no han sido titulares habituales hasta la fecha como Nacho Fernández, Luka Modric o Lucas Vázquez, si bien en este último caso es por obligación debido a la lesión de Dani Carvajal.
Salió muy valiente la escuadra germana con una presión alta con la que intentaba complicar la salida de balón del Real Madrid y se replegaban con rapidez. Esto no impidió, sin embargo, que los de Ancelotti generaran un par de ocasiones en el primer cuarto de hora que acabaron en sendos remates de cabeza de Joselu, ambos sin excesivo peligro.
Sin embargo, con el paso de los minutos el partido se fue desacelerando. Todo se ralentizaba y el choque se volvió tedioso, aburrido. El Unión Berlín estaba cómodo agazapado mientras en el Real Madrid no había alegría ni desborde. Todo era rigidez con un Rodrygo que ha perdido la chispa, Camavinga demasiado constreñido y Jude Bellingham desaparecido.
Que el Real Madrid pierde improvisación y desborde sin Vinicius es evidente. El equipo blanco es otro desde la baja por lesión del brasileño, si bien esto había sido suficiente en Liga, hoy las dificultades en la primera mitad han sido evidentes. Sin el canarinho, el equipo merengue es mucho más peligroso.
El Real Madrid espabila en la segunda parte… pero se queda a medias
La segunda mitad comenzó con una marcha más. El Unión Berlín arrancaba como ya hiciera en la primera: presionando muy arriba y dejando algunos espacios cuando el Real Madrid sacaba la bola con rapidez. Sin embargo, la escuadra local estaba mucho más enchufada, recuperaba con mayor facilidad y cercaba la portería contraria.
Apenas habían transcurrido cinco minutos cuando Rodrygo estuvo a punto de ver puerta por partido doble. Primero se topó con el portero y más tarde era el palo el que evitaba el 1-0. Contra la madera también se estrelló una clara oportunidad de Joselu en el minuto 62 después de que Ronnow tocara con la yema de los dedos.
Y es que el arquero visitante fue uno de los grandes protagonistas del envite. El guardameta volvía a ser providencial sacado un disparo lejano de Luka Modric que tenía muchas papeletas para convertirse en gol y Joselu se quedaba con la miel en los labios en el 82’. El tiempo se agotaba para el Real Madrid y el choque se colaba en la zona de la épica. Y como suele ser habitual en estos casos cuando se habla del Real Madrid, la moneda cayó de cara. Jude Bellingham aparecía en el minuto 94 para hacer un 1-0 que hacía justicia a lo que se había visto en el terreno de juego.