El Gobierno de Corea del Sur reafirmó su decisión de aumentar en 2.000 plazas anuales en las facultades de Medicina, a pesar de la persistente huelga de médicos residentes que ya cumple un mes de duración.
El anuncio del Ejecutivo, liderado por el conservador Yoon Suk-yeol, indica que las nuevas plazas ya han sido asignadas a diversas universidades. El 82% de estas plazas adicionales se han distribuido entre 27 universidades fuera de la región capitalina, donde se concentran la mayoría de los grandes hospitales del país, dejando a otras provincias con escasez de inversión, centros prestigiosos y personal médico.
El primer ministro, Han Duck-soo, afirmó que estas 2.000 plazas adicionales son el mínimo necesario para abordar la escasez de médicos en Corea del Sur. Sin embargo, el mensaje del Gobierno ha generado confusión, ya que anteriormente se había mencionado la disposición a negociar la cuota con el colectivo médico, aunque el Ministerio de Salud posteriormente negó este extremo.
A pesar de las protestas y la falta de avances en las negociaciones, el Ejecutivo ratificó su postura, lo que ha llevado a profesores de muchas facultades de Medicina a unirse al paro la próxima semana. Más del 90% de los 13.000 médicos residentes del país se han unido al paro desde su inicio el pasado 20 de febrero.
Esta huelga ha impactado significativamente en el sistema sanitario, con la suspensión de cirugías programadas, la derivación de pacientes de urgencias y la interrupción de tratamientos en los grandes hospitales de Seúl, que dependen en gran medida de los médicos residentes.
El Gobierno argumenta la necesidad de aumentar las plazas para abordar la escasez de médicos, especialmente en áreas rurales y en especialidades como pediatría, obstetricia y cirugía cardiotorácica. Sin embargo, los médicos insisten en que el incremento debería ser de 350 plazas para no comprometer la calidad formativa y del servicio, y demandan inversiones específicas en áreas críticas y una mayor protección legal para los sanitarios.